Cuál es la diferencia entre café ristretto, espresso, macchiato y latte macchiato
Si te has escapado un fin de semana a Florencia o Roma estarás familiarizado con las pizarras que empiezan por espresso y acaban por ____. Estoy segura de que habrás disfrutado de cualquiera de ellos. Pero si al volver a casa te sigues preguntando porque llamaban latte macchiato a algo muy parecido al café con leche o qué diferencia hay entre un café ristretto y un espresso, entonces te invito a resolver tus dudas, a continuación, en un par de párrafos.
Café ristretto, espresso, macchiato y latte macchiato, ¿Cuáles son las diferencias?
Ristretto
La esencia de los granos en un sorbo
El ristretto es una versión intensa y concentrada del café. Se elabora utilizando la misma cantidad de café molido que un espresso, pero con la mitad de agua, lo que produce un sabor más fuerte y un cuerpo más denso.
Según el libro «Coffee: A Comprehensive Guide to the Bean, the Beverage, and the Industry» de Robert W. Thurston, Jonathan Morris y Shawn Steiman, el ristretto se popularizó en Italia durante la década de 1940. Los italianos, cómo no podía ser de otra manera, apreciaban una experiencia más intensa.
Espresso
Un impulso aromático
El café espresso es una forma altamente concentrada de café que se ha convertido en una base fundamental para muchas bebidas de café populares. A diferencia del ristretto se utiliza el doble de agua.
Su origen se remonta a principios del siglo XX en Italia, donde se desarrolló la técnica de extracción bajo presión para obtener una bebida fuerte y sabrosa en un tiempo más corto que los métodos tradicionales de preparación de café.
Según el libro «The World Atlas of Coffee» de James Hoffmann, el café espresso se originó en Milán, Italia, en la década de 1900. La invención de la máquina de café espresso por Luigi Bezzera en 1901 fue un hito crucial en la historia del café. Esta máquina permitió la extracción rápida del café mediante la aplicación de presión a través de agua caliente, produciendo una bebida más concentrada y aromática – aunque no tanto como el ristretto -.
Macchiato
El espresso con la caricia de un capuccino
El Macchiato, o Caffè Macchiato en italiano, es una bebida que combina un espresso y una pequeña cantidad de leche vaporizada, es decir, espuma. El término «macchiato» significa «manchado» en italiano, y se refiere al toque de leche que mancha ligeramente el espresso.
Esta bebida tiene una historia rica y se ha convertido en un favorito en muchas culturas del café – y también de la autora que escribe estas líneas – -. Todo apunta a que se popularizó a mediados del siglo XX aunque es difícil afirmarlo con precisión. La clave de su éxito está en el sabor intenso y la cremosidad del primer sorbo con espuma. Además de su apetecible aspecto en miniatura.
Latte macchiato
El café con leche hecho por un diseñador
El Latte Macchiato es una bebida que combina leche espumosa, una pequeña cantidad de espresso y una fina capa de espuma de leche. A diferencia del caffè latte, el espresso se añade al final, creando capas distintas en el vaso.
Según el libro «The Professional Barista’s Handbook» de Scott Rao, el Latte Macchiato, al igual que el resto de cafés que hemos visto, se originó en Italia de la mano del espresso. La bebida resulta en un sorbo suave, cremoso y apetecible incluso para los ojos.
Dónde disfrutar de estos maravillosos cafés
Si pasas por Florencia, echa un vistazo al Top 5 Cafés Extraordinarios en Florencia. Podrás disfrutar del mejor ristretto o macchiato en Coffee Mantra, de un latte macchiato en Il Conventino con vistas al jardín y/o del capuccino desayunando en el acogedor Il Sole. Sea donde sea, bendícete con un café a la italiana.
Este artículo forma parte de la categoría «Viajar» y «Cultura Gastronómica». En estas secciones encontrarás consejos e inspiración para redescubrir los lugares que ya creías conocer así como un recopilatorio de curiosidades gastronómicas de aquí y de allá.
Laia Shamirian Pulido escritora gastronómica, mestiza y viajera. Dice que puede encontrarse la fe entre macchiatos e injeras. Y que de no encontrarla, el comer y el beber, habrán merecido la pena igualmente.
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