Es probable que el primer reto sea llegar a este escenario sin haber tomado antes shakshuka, hummus o cualquiera de las opciones que los alojamientos de la ciudad, ten por seguro, te ofrecerán.
Sin embargo, en caso de que tu estómago, por pasión u omisión, todavía tuviese espacio, pocas formas se me ocurren mejor para empezar tu día que desayunando en Asif, el Centro Culinario de Israel.
Asif, que significa semilla en hebreo, tiene como misión englobar, profundizar, explicar y conectar todos los mundos que han sido requeridos para crear la conjunción de la gastronomía israelí.
En sus primeros eventos, invitaron a Ottolenghi y Tamimi, para transitar juntos puentes llenos de púas y entre las propuestas de su café, incluyeron un desayuno inspirado en las Kibbutz.
Las kibbutz son comunidades autogestionadas y de cáliz socialista que nacieron con el país abogando por la creación de un tejido social y económico igualitario y secular. Son muchas las que quedan a lo largo del país, ahora más relacionadas con la industria que no con la ganadería o la agricultura.
Su sistema ha sido objeto de estudio, controversia e inspiración, y su existencia un puntal en la historia de Israel.
Desde Asif lo saben y lo reconocen trayendo a la mesa un despertar del apetito a base de lo que ellos mismos describen como “una mirada renovada al plato que alimentaba al trabajador del campo de las kibbutz”
Un plato a base de huevos, encurtidos, queso de Tzfat, olivas, pan, que de poder tomarlo en tu visita a Tel Aviv, estoy segura que te ayudará a comprender el complejo mosaico de colores y geometrías que representa esta emblemática ciudad.